TDS en BAM |
La noche del 21 de septiembre de 2012 me dirigí a la Plaza Real sin saber que podía encontrarme y descubrí un cuadro picasiano donde el público asistente andaba enredándose entre las notas musicales y los ritmos rockeros de The Dream Syndicate.
Buceando en internet leo que su música es definida como folk-rock californiano psicodélico... yo simplemente la llamaría rock, aunque a momentos me recordaba a algo similar al jazz y otros estilos undefined.
The Dream Syndicate siguen el patrón ideal para lograr que el público se entregue sobre la pista: guitarra y voz, bajista y batería, los metes en la batidora, le inyectas una buena dosis de rock y de vez en cuando alguna que otra versión bien conocida para que el personal no baje la guardia, si a todo ello le sumamos el escenario (Barcelona ti amo) y latas de cerveza a un euro... no falla.
The Dream Syndicate siguen el patrón ideal para lograr que el público se entregue sobre la pista: guitarra y voz, bajista y batería, los metes en la batidora, le inyectas una buena dosis de rock y de vez en cuando alguna que otra versión bien conocida para que el personal no baje la guardia, si a todo ello le sumamos el escenario (Barcelona ti amo) y latas de cerveza a un euro... no falla.
Por cierto me sorprende que este grupo tenga más de treinta años, desde mi posición no apreciaba las arrugas y no lo he sabido hasta después. Matizo, se han disuelto y vuelto a juntar pero ello no ha impedido que a una servidora su música le sonase tan actual como la de cualquier grupo veinteañero compuesto por voz y guitarra, batería y bajo.
Resumiendo, estuvo bien dejarse caer por semejante escenario.